Antes de salir (1-4)
y durante el viaje (5-10)
1. Salud : Viaja siempre con tu cartilla sanitaria con las
vacunaciones y desparasitaciones al día. No olvides un pequeño botiquín con
algodón, antiséptico y los medicamentos suelas tomar.
2. Comida: Que no se olviden de tu comida habitual. No es nada
conveniente hacer experimentos radicales culinarios mientras estamos de viaje
por las posibles e incómodas consecuencias. Mantente alerta mientras hacen el
equipaje y si ves que se olvidan, ladra con todas tus fuerzas. En esta ocasión,
está plenamente justificado. Comedero y bebedero son igualmente obligatorios.
3. Belleza: Ponte lustros@ y guap@ antes de salir: un pelaje
limpio, suave y perfumado te abrirá más puertas y podrás compartir con tus
amigos humanos más experiencias. No olvidéis tampoco la protección contra
parásitos externos.
4. Equipaje: En tu maleta no debe faltar una mantita, tu juguete
favorito, un peine o cepillo, una toalla y un rollo de papel de cocina. Viene
muy bien para limpiar las patas sucias antes de usar la toalla.
5. Limpieza: Enlazando con los anterior, si llueve o estuvisteis en
la playa, lugares con barro, etc. colaborad para que os sequen bien y os
limpien las patitas.
6. Traslados: Tómate el viaje con paciencia. Tus humanos tienen que
cumplir con las normas de tráfico en lo que se refiere a viajes con mascotas.
Por la seguridad de todos, colabora.
7. Educación, consideración y respeto: Aunque nos
resulte difícil de entender, hay algunos humanos a los que no les gustan los
perros (un poco lo mismo que nosotros con los gatos) por lo que mantener una
prudente distancia inicial siempre viene bien. Esperad a ver la actitud de los
humanos antes de acercaros y saludar. Si os es difícil no manifestar continuamente vuestra pasión por el género humano, tendréis
que moveros muy controlados por vuestros humanos.
8. Comportamiento en las comidas: En casi todos los sitios nos
permiten compartir mesa en las terrazas y cada vez más cafeterías también nos
dejan entrar. En estas situaciones toca discreción absoluta, momento de relax y
descanso. Ya continuará el paseo. Y nada de mendigar. Calladitos. Ni siquiera
ligero lloriqueo. Os recompensarán.
9. Comportamiento en los alojamientos: Tendríais que oír lo que me
cuentan algunos hosteleros del comportamiento de ciertos congéneres. Por favor,
hagamos causa común en esto y tengamos un comportamiento ejemplar. Humanos: si
algunos de nosotros somos muy nerviosos e impredecibles si quedamos solos,
buscad la forma de arreglar la situación.
La mayor parte de los
alojamientos no permiten que nos quedemos solos en la habitaciones porque
podemos montar un buen follón con ladridos o destrozos. Algunos pueden ofrecer
una alternativa, si no es así, viajar con
una jaula o transportín puede venir muy bien cuando tus humanos vayan a
algún lugar al que tú no puedas acompañarlos. Aprovecha este rato para
relajarte y dormir y pensar en el interesante paseo que te espera a su vuelta.
Si te permiten quedarte solo en la habitación, túmbate tranquilo en tu mantita.
Llegarán enseguida.
10. Disfrute: Ya sé que no hace falta que os lo diga pero sigamos
fieles a nuestro principio de disfrutar cada situación y cada instante, cada
sabor y cada olor. Deja que tú espíritu se funda en la naturaleza, abre tu mente
perruna ante todo lo nuevo y siéntete más perr@ que nunca. Guarda estos
recuerdos para las largas noches de invierno acurrucado en tu lugar favorito
junto a tus amigos humanos. Y suspira feliz.
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