Cabana de Bergantiños 1: Senda del río Anllóns

¡Aquí estoy de nuevo amigos perrunos!
El motivo de esta larga ausencia en mi trabajo de bloguero  es que he tenido otra ocupación full-time que por fin está dando sus frutos y me permite tener más tiempo para seguir compartiendo lugares recomendables:
Aquí os presento al pequeño Nemo, mi nuevo compañero de viaje y cuya educación me encomendaron. He sido implacable porque de cachorro era dinamitero, bullicioso e incontrolable pero tremendamente divertido. Ahora comienza a portarse bastante bien y quiere ayudarme a poner el blog al día. Es bastante hábil con las patitas y domina la tablet que es para verlo.
Inauguramos pues la temporada con un gran último descubrimiento, un maravilloso lugar que me ha impactado: la desembocadura del Anllóns, en Cabana de Bergantiños.
Toda esta zona ofrece multitud de oportunidades a cada cual más interesante. En este caso comenzaremos con la senda del río Anllóns, un recorrido de unos 3 kilómetros. Puede accederse a la senda desde varios puntos. Yo comencé en la parte del inicio, en la playa de A Urixeira, a la que se accede desde la carretera Ponteceso-Laxe y coger el desvío al campo de fútbol en Neaño. Bajar hasta el final y ahí comienza la aventura (controlada). En este punto se encuentra el observatorio de aves Luis Rabuñal Patiño. Aunque está normalmente cerrado, se puede solicitar la llave  en el Concello (981 754 020) o en el hostal Monte Branco de Neaño (981 714 428).

Toda la ensenada es un lugar privilegiado para la observación de aves, por ello, le dedicaré un capítulo aparte.
Tan pronto llegas a la playa te sorprenderá la majestuosidad del Monte Blanco y la ensenada de Insua que nos acompañarán prácticamente en todo el recorrido.
Todo el lugar tiene una luz y calma especial que te llenará de una estimulante paz.
El paseo, totalmente llano y asfaltado en piedra, te dejará fundirte en el tranquilo pero vital quehacer de fauna y humanos, que con calmada pericia recogen algas para abonar los huertos, cogen bicho para pescar, pescan lubinas, marisquean berberechos y almejas...
Dicen ser los mejores bivalvos de la comarca, y doy fe, que tuve ocasión de catar unos cuantos y están buenísimos. Podéis poneros morados en cualquier bar de la zona. En uno de ellos en Cánduas, A Ría, hay una terraza donde podemos estar tan ricamente intentando pillar cacho.
Una peculiaridad de la zona es un chillout super fashion (Mar de Ardora, también es restaurante) en la playa de O Pendón (a la que se puede acceder desde la senda de la que os hablaba) que tiene conciertos de jazz los viernes por la noche en verano pero donde, desgraciadamente, no somos admitidos. A mí no me importa mucho, la verdad, porque no me gusta el bullicio excesivo y prefiero disfrutar del ambiente nocturno paseando por la playa.
Una vez termina el paseo, si seguís con ánimos, podéis continuar por la ruta de los molinos, que se inicia al otro lado de la carretera y llega hasta el Castro de Borneiro, que también merece una entrada especial.

Respecto a los alojamientos, buenas noticias: somos admitidos en varios sitios. Dependiendo del número de personas, una opción es alquilar una casa de vacaciones completa. Nosotros seleccionamos en esta ocasión Bahía da Balea, a un paso caminando de la playa y el inicio del paseo, donde estuvimos comodísimos, pero la misma empresa (981908536)  más dependiendo de las necesidades. Otra alternativa son las casas rurales. Como me he enganchado a la zona y he vuelto en varias ocasiones, ya os iré contando interesantes alternativas.

Cascada de Ézaro (O Pindo, A Coruña)

El Monte Pindo es sin duda un lugar mágico, una enorme mole de granito forrada de mitos y leyendas. Cientos de historias de piratas, princesas, rutas secretas y tesoros han surcado sus laderas desde tiempos inmemoriales pero sin duda es la propia naturaleza la que hecho que este imponente monte, considerado el Olimpo Celta gallego, te atraiga como un imán.
Se eleva majestuoso junto al mar, muy cerca de la playa, pero lo que más sorprende es la furiosa desembocadura por uno de sus costados del río Xallas, formando una grandiosa catarata, que antaño debió de ser sobrecogedora, que cae sobre el mar: la fervenza del Ézaro.
Y digo antaño porque tanta belleza se vio eclipsada durante muchos años por la acción humana, al aprovechar el salto para la producción hidroeléctrica, surcándolo con tubos y cables y canalizando su fiereza. Y adiós a la contemplación del único río de Europa que desembocaba en el mar en forma de caudalosa catarata. A veces los humanos os pasáis un poco.
Afortunadamente las cosas han ido cambiado recientemente y aunque el río no ha recobrado su libertad, la peticiones incesantes de organizaciones de defensa de la naturaleza han hecho que, primero con horarios determinados (y tremendas colas) y ya desde el 2011 sin limitaciones, sea posible contemplar, día y noche, un grandioso espectáculo.
El acceso se realiza a través de una pasarela de madera que va desde el aparcamiento hasta el profundo pozo de la cascada. No me dejaron bañar, aunque ganas no me faltaban, pero me reconfortó el frescor del agua vaporizada en el ambiente y en las desgastadas rocas.

A los pies de la fervenza hay también un
agradable y tranquilo puertecito. Y más allá, el inmenso mar y la playa de Ézaro, en un entorno urbano y con un agradable paseo marítimo.
Habréis oído que a finales del verano de 2013 el monte Pinto sufrió un tremendo incendio que me tuvo en vilo pero afortunadamente gracias a las reconfortantes lluvias se está recuperando y ya comienzan a brotar los carballos enanos, típicos de este lugar.




























Ya sabéis que no me pierdo las delicias de la gastronomía de la zona pero en este caso, como andábamos de ruta, nos zampamos unos bocatas de deliciosa tortilla de patata y chorizo casero que nos había preparado por la mañana Lucinda, la propietaria del alojamiento rural Casa do Zuleiro en Serra de Outes (981765531), un entrañable lugar donde somos muy bienvenidos y tratados como príncipes. Yo me alojé en un apartamento independiente con jardín, donde podía respirar el aire fresco antes de dormir. Los desayunos y cenas son fantásticos: el pollo de corral casero a la sidra, con su salsita gelatinosa perdurará en mi canina memoria durante un largo tiempo.

Ruta por las pasarelas del río Mao (Parada de Sil, Ourense)



Hoy me he sentido un perro volador. Esta ruta resulta realmente fascinante porque te coloca en una perspectiva inverosímil para los que no disponemos de alas. Se trata de una pasarela de madera de aproximadamente un kilómetro que literalmente sobrevuela el río Mao y te permite fundirte en el valle y caminar entre las copas de los árboles. Hay una rica flora pero me llamaron la atención los madroños, con sus rojos y apetitosos frutos ya maduros.


La ruta comienza en la Fábrica de la Luz, antiguo hogar de los encargados del mantenimiento de la central hidroeléctrica y hoy en día reconvertido en albergue y cantina. Podemos comer platos típicos de la zona en las terrazas del alojamiento (consultar fechas de apertura) y si os portáis bien, podéis pernoctar en el albergue.

Todo el recorrido transcurre sobre el río entre impresionantes formaciones rocosas y exuberante vegetación. A veces me daba la sensación de estar en algún lejano y exótico lugar con aire increíblemente fresco y puro.

En algunas zonas hay escaleras para salvar los desniveles y un fantástico mirador con asientos para relajarse un rato y disfrutar del variado paisaje, que combina la naturaleza salvaje y la mano del hombre en los viñedos perfectamente alineados. Al finalizar la pasarela de madera con varios tramos de escalera, se continúa por una pista de tierra (no hay que cruzar el puente) y se llega a una preciosa playa fluvial de cantos rodados, donde retozaban tranquilamente unos cormoranes.




A partir de aquí, varias opciones, continuar siguiendo el curso del río hasta la pintoresca aldea de Barxacova (recomendable), regresar por ruta circular siguiendo la carreta o volver sobre vuestros pasos y regresar por la pasarela.
El paseo se hace aproximadamente en una hora y se disfruta segundo a segundo. Totalmente recomendable.



Como os comenté, el albergue puede ser una estupenda alternativa para conocer esta zona. Hay habitaciones de varios tipos dependiendo de si vais solos o en grupo. Está nuevecito e impecable. Los precios oscilan entre 12 y 17 € por persona según temporada (alojamiento y desayuno). Para alojamiento perruno, es siempre necesario contar con la autorización del encargado.
Tlf. 988984990






ADVERTENCIA DE SEGURIDAD:

Esta ruta que os propongo, aunque de dificultad baja para humanos,  es sólo apta para colegas poco alocados y que sepan respetar el camino (la pasarela en este caso) sin pretender merodear por los alrededores, que en este caso son escarpadas laderas de montaña por un lado y precipicio por otro. No quiero alarmaros: no es nada peligroso si os mantenéis en la pasarela y no pretendéis colaros bajo la barandilla. Doy esta advertencia con conocimiento de causa: en mi caso, dada mi envergadura, no hay riesgo de intento de fuga fuera de la ruta pero Nemo, que es un renacuajo, cabía perfectamente bajo la barandilla y, por precaución lo llevamos con un arnés que, afortunadamente, no hizo falta utilizar. En seguida se percató de la situación y disfrutó del paseo siguiendo la senda trazada. Pero…toda precaución es poca.


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